Querida amiga y querido amigo,
Gracias a la generosidad de más de 100.000 lectores nos ha seguido desde 2007.
Gracias a ustedes INVERSIONES, ha podido ofrecer sus servicios informativos durante más de siete (7) años. Gracias.
Como todos los años, llega el momento de comenzar la campaña de donativos.
Cuando apelamos a la participación activa de todos los lectores en la última campaña, que empezó a finales de Noviembre del año pasado, ¡la respuesta de los lectores no se hizo esperar! Y aquí estamos.
Para continuar con nuestro trabajo y nuestra misión, lanzamos nuestra nueva campaña anual de donativos, que nos acompañará durante la primera parte del 2014, con la finalidad de conseguir los fondos para poder continuar todo el próximo año.
Después de más de tres (3) años, el equipo de INVERSIONES continúa con entusiasmo su misión al servicio del Papa y de la Iglesia. Y este es el mejor regalo que tenemos el privilegio de compartir con nuestros lectores, repartidos por todo el mundo.
Como usted ya sabe, INVERSIONES se sostiene con donativos.
Vivir de donativos, y no de suscripciones pagadas, es también una manera concreta de aplicar la comunión de bienes. Gracias a los dones de quienes pueden ofrecer una ayuda material, damos la posibilidad, a todos aquellos que tienen dificultades económicas, de beneficiarse de nuestro servicio, como nos lo atestiguan numerosos misioneros.
INVERSIONES pertenece a sus lectores. El presente y el futuro de INVERSIONES están en sus manos.
Confiamos en la Providencia, a través de la generosidad de cada uno de los amigos, AMIGAS y lectores. Confiamos en que continúe poniéndonos a disposición los recursos, para terminar este ejercicio y seguir con nuestro trabajo el próximo año.
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desean apoyar este blog me pueden enviar las donaciones a las siguientes
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Que dios te bendiga y se multiplique su dinero x 5000
Por ciento. Amen
¿PODEMOS HACER MILAGROS?
Las
lecturas de este domingo III de adviento – 1
5 de diciembre de 2013, nos habla
de milagros.
La lectura de Isaías los anuncia en futuro:
“Se despegaran los ojos del ciego, los oídos
del sordo se abrirán,
Saltara
como un ciervo el cojo,
La lengua del mudo cantara, pena y aflicción
se alejarán”
Is (61,1)
“El Espíritu del Señor esta sobre ti. Me ha
enviado
Para anunciar la buena nueva a los pobres.”.
Aleluya
Damos gracias a
dios,
porque lo que anuncia de Dios el Salmo 146, lo vemos realizado por Jesucristo.
¡Aleluya!
Canta alma mía, elogios al señor,
Alabare al señor toda mi vida,
Salmodiare a mi dios, mientras exista.
“Hace justicia a los oprimidos, da pan a los
hambrientos, libera a los cautivos, abre los ojos a los ciego, endereza a los
que ya se doblan, ama a los justos, guarda a los peregrinos, sustenta al
huérfano-huérfana y a la viuda-viudo, trastorna el camino de los malvados”.
Y nos
acordamos de las palabras de Jesús en el discurso de la cena (juan14, 12):
“Les aseguro que quien cree en mi hará las
obras que yo hago,
E
incluso otras mayores, porque yo voy al padre”
O sea, que debemos hacer milagros. Mejor dicho, que Jesús nos garantiza su fuerza para hacerlos. En la
Biblia, milagro no es al extraordinario. Sino algo tan extraordinariamente bueno que
nos revela cómo es Dios.
En américa latina hay 49.000.000 de personas que tiene una
ingesta de alimentos inferior al mínimo necesario. Son el 8,3% de la población (40.670.000). En Venezuela son el 6.4% (3.136.000).
¿Qué
podemos hacer con la ayuda de Dios? No
pretendamos hacerlo en un momento. La lectura de Santiago (5, 7-10) nos anima a
la paciencia.
“Hermanos: sean pacientes hasta la venida del
señor. Vean como el labrador, con la esperanza de los frutos preciosos de la
tierra, aguarda pacientemente las lluvias tempraneras y las tardías. Aguardan
también ustedes con paciencia y mantengan firme el ánimo, porque la venida del
Señor está cerca”.
Paciencia
que no es esperar sin hacer nada. Sino no cansarnos de repetir nuestros
esfuerzos hasta lograr el éxito.
¿Tendremos
esa paciencia?
Si, con
amor, unión, paz, pasión y la constancia
llegaremos a nuestro éxito y bendiciones:
Fomentar, promover y educar
a 49 millones de personas, tengo mucha fe,
Si
ustedes nos ayuda con su
Generosa,
desprendida y esplendida
Dirigimos nuestra gratitud más profunda a cuantos nos apoyan: quienes rezan por INVERSIONES, quienes promueven INVERSIONES entre sus familiares y amigos y quienes contribuyen a su sostenimiento económico.
Todos estamos involucrados en la Nueva Evangelización.
Le aseguramos que seguiremos haciendo todo lo posible por mantener y mejorar la calidad que cada uno de ustedes espera de INVERSIONES.
INVERSIONES
MI
PASIÓN
ES LLEVAR
LA PALABRA
DE
DIOS
CON LOS
MEDIOS DE
COMUNICACIONES
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San Clemente de Alejandría (150-c. 215), teólogo
Sermón “¿Se puede salvar el rico?”, § 31
“Haced amigos”
"El que dé a beber a uno de mis discípulos, aunque no sea más que un vaso de agua fresca, no perderá su recompensa" (Mt 10,42)... Este es el salario que no perderá ni un solo día su valor: "Haced amigos con dinero injusto, a fin de que en el último día, os reciban en las moradas eternas".
Las riquezas de las que disponemos no deben servir sólo para nosotros; con bienes injustos podemos hacer una obra justa y saludable, y aliviar a uno de los que el Padre ha destinado a sus moradas eternas... Qué admirable es, esta palabra del apóstol Pablo:"Dios ama al que da con alegría" (2Co 9,7), el que da limosna de buena gana, siembra sin contar con una cosecha tan abundante, y comparte sin murmurar, vacilar o retener... Y todavía es más grande, esta palabra que el Señor dice en otro lugar: "A quien te pide, dale; al que se lleve lo tuyo, no se lo reclames" (Lc 6,30)...
Reflexiona entonces sobre la magnífica recompensa prometida a tu generosidad: las moradas eternas. ¡Qué buen negocio! ¡Qué extraordinario suceso! Compramos la inmortalidad con dinero; ¡cambiamos los bienes caducos de este mundo por una morada eterna en los cielos! Por tanto, vosotros los ricos, que tenéis sabiduría, aplicaos en este negocio... ¿Por qué os dejáis fascinar por diamantes y esmeraldas, por casas que el fuego devora, que el tiempo derrumba, que un terremoto derriba? Aspirad sólo a vivir en los cielos y a reinar con Dios. Un hombre, un pobre, os dará este reino... Por otra parte, el Señor no dijo: "Dad, sed generosos, socorred a vuestros hermanos", sino "haced amigos". La amistad no nace de una sola vez, sino de una larga familiaridad. Ni la fe, ni la caridad, ni la paciencia son obra de un día: "pero el que persevere hasta el fin se salvará" (Mt 10,22).
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